La segunda edición del proyecto ‘Reforesta Zamora’ ya es una realidad en la ciudad. El Ayuntamiento de Zamora, Aquona y su fundación, la Fundación Aquae, han plantado 775 árboles en el paraje de La Candelada con el objetivo de introducir vegetación arbórea en una superficie de dos hectáreas, lo que absorberá 175,5 toneladas de dióxido de carbono (CO2) en los próximos 40 años.
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zamora, Romualdo Fernández junto al gerente de Aquona, Nicolás Esmorís y Francisco Martínez del grupo Sylvestris han presentado la iniciativa esta mañana en la zona de la plantación. 
Esta siembra que ya tuvo su primera fase en Valderrey y Valorio y en la que participaron diversos colectivos de la ciudad, pretende reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera mediante la plantación de árboles en zonas que han sufrido un incendio o que sufren pérdida de masa forestal y la consecuente sequía y desertificación. De esta manera se contribuye así a compensar la huella de carbono de la ciudad que en 2019 se situó en 55 toneladas de CO2. En sentido, ha apuntado Nicolás Esmorís que con esta nueva actividad se pretende dar “continuidad a la plantación que hicimos en el entorno de Valderrey que salió muy bien, con un grado de aceptación del 97 por ciento. Al final lo que pretendemos es cumplir los objetivos de desarrollo sostenible”.
Así, Romualdo Fernández ha indicado que desde el Ayuntamiento de Zamora se está trabajando para “compensar la huella de carbono de la ciudad”. 
En la Candelada se han repoblado con especies forestales autóctonas con la intención de restaurar una zona anexa a la ciudad. En concreto, se plantarán 450 ejemplares de Pinus pinea, 225 de Quercus ilex y 75 de Prunus dulcis. 
Esta plantación, que va a recuperar más de 20.000 m2 de superficie forestal, la ha realizado Sylvestris, empresa social experta en siembra de masa forestal y ha posibilitado la contratación de 2 personas en situación vulnerable que forman parte del Plan de Acompañamiento Laboral del Ayuntamiento de Zamora.
Los árboles actúan como “sumideros de carbono”, es decir, absorben CO2 (un árbol puede absorber hasta 150 kg de CO2 en 40 años) y, a su vez, generan oxígeno (22 árboles suplen la demanda de O2 de una persona al día). 
«Combatir la sequía y desertificación y eliminar CO2 de la atmósfera mediante la introducción de vegetación arbórea es luchar contra el cambio climático. En esta siembra, los 450 pinos piñoneros absorberán 130,5 toneladas de CO2 en los próximos 40 años; y las 225 encinas y 75 almendros absorberán en este mismo periodo 22,5 toneladas de CO2, respectivamente», explica Mikel de Pablo, responsable de Proyectos de Fundación Aquae. 
De esta manera, se completa así la fase iniciada en Valderrey en donde Ayuntamiento, Aquona y la Fundación Aquae, no sólo ha creado un bosque que absorbe CO2 y que está registrado en la Oficina Española de Cambio Climático, sino que ofrecerá a los vecinos un espacio verde donde pasear y disfrutar del entorno de la capital zamorana.